Sí, hablas contigo mismo, con voces que están dentro de ti mismo, no es nada raro.
Y no por eso estás loco, ni eres un esquizofrénico: eres una persona normal. Hablar con uno mismo una práctica habitual en cualquier persona .
Son conversaciones que nos ayudan a reflexionar, a concentrarnos, a generar nuevas ideas… mantenemos conversaciones con personas reales – mi padre, mi madre, ni novio…- o con conceptos abstractos – con la pereza, la rabia, el miedo, el éxito…-
Algunas de estas conversaciones se mantienen durante un largo tiempo, hablas con tus voces cuando estás solo, vas en el coche, ves televisión, bajas a por el pan… Puede que hables con personas que ya no están en en tu entorno, bien han fallecido, o con personas que no has conocido nunca y a las que admiras. Pero también puedes hablar con personas con las que mantienes un conflicto: estas son las conversaciones mas amargas.
Entonces intentas una y otra vez de convencerlas de que la razón está de tu parte, pero nunca lo logras. Es más, ellas acaban teniendo razón. Es agotador y cada día te separa más de la realidad: comienzas a vivir en un realidad poaralela.
¿Qué tal si te despides de tus voces?
Despedirse de alguien con el que has porfiado durante año puede ser triste. Seguro que te dejará un gran vacío. Pero será la forma de vivir una nueva vida.