Igual que una comunidad de monos se espulga y eso les mantiene unidos, conversar une a las personas, a las familias, a las empresas… Conversar no es charlar, ni lanzar un monólogo, ni un discurso, ni trasladar información, ni meter ideas en la cabeza de los demás, ni convencerles de una vez por todas.
Conversar es estar con los otros, aceptar que podemos cambiar con sus palabras y transformarles con las nuestras.
El libro de Theodore Zeldin Conversación. Cómo el diálogo puede transformar tu vida. Habla sobre esa transformación que une a las personas.
Sin lugar a dudas será una buena y reconfortante lectura para el verano, que nos ayudará a saber conversar.