En un taller de formación empresarial propusieron el siguiente juego de grupo:
«Imaginar que sois los únicos supervivientes de un naufragio. Os encontráis navegando por alta mar. Por diversas razones, solo uno de vosotros sobrevivirá. Conocedores de este dramático final, habéis decidido que sobreviva quien exponga el argumento más convincente a su favor».
Un amigo que participó en aquel seminario estaba feliz de haberse salvado con el siguiente argumento.
» Si me dais vuestro voto os aseguro de que entregaré las cenizas de cada uno a su familia y relataré la dignidad y el heroísmo de vuestra muerte»
La proposición les pareció a todos estupenda y fue aceptada por unanimidad.