Mucha gente es consciente de que no lleva la vida que «quiere llevar». Cada mañana encuentran razones para no hacerlo: “no es el momento” “ahora no puedo” “primero tengo que hacer esto, después lo otro”, “no puedo pensar en mi”.
La vida que quieres llevar está en pausa. Siempre encuentras una razón fuera que te lo impide. ¿Vives la vida que otros quieren que vivas?.
Cuando eres consciente de que esto te está ocurriendo te sientes incompleto, imperfecto, has perdido la confianza en ti mismo. No quiero ser radical: cada uno es consciente de la vida que ha perdido y de sus propias razones.
¿Cómo arreglar esto? ¿Cómo puedo mejorar mi vida y llevar la vida que quiero vivir”.
Cualquier librito de auto-ayuda en este momento pondría una lista de cosas a hacer y se quedaría tan tranquilo. (Es el momento de tirar esos libros)
Te invito a reflexionar: Cierra tus ojos, y como hacían griegos y romanos al final de sus banquetes, imagina que has muerto y escuchas a las personas que han compartido tu vida hablar de ti en tu entierro. Hablan con respeto de la vida que has vivido. En su elogio recogen aquello que les ha admirado de ti: tu bondad, tu entrega, tu solidaridad, de tu amabilidad, de tu desprendimiento, etc…
¡Espera!, Queda un paso más. Pon en su boca, en boca de tu pareja, hijos, jefes, amigos, compañeros de trabajo… lo que quieres que digan de ti, aquello por lo que has vivido.
¡Sé valiente! Haz que digan que tu vida ha tenido sentido. Que te has esforzado y lo has logrado.
[…] podrás llevar la vida que quieres llevar, sin cuidar zarzas, sin soñar como ser Walter White en Breaking Bad, sin líos en la […]