Séneca le pide a Lucilio en una de sus maravillosas cartas, que elija bien un modelo a seguir: un amigo de noble carácter, de alma grande, con talento y de espíritu firme. Alguien digno de imitar, no un bandarra del tres al cuarto, un cantamañanas, un necio, un ladrón, etc. Una persona de especial dignidad, elegancia, inteligencia, prudencia. «Sean todas sus acciones, si no de un rey, dignas de tal» Nos recuerda Gracián en el Oráculo Manual.
¿Agudo de mente, elegante de cuerpo? ¿Qué valores buscas en la persona a la que te quieres parecer? ¿La valentía? ¿La humildad?¿ La urbanidad? ¿La fidelidad?¿La compasión?¿La alegría?…
Y tú ¿a quién imitas? ¿qué valores imitas?
[…] en el que podrás moverte en el laberinto de la vida con seguridad y dedicar tiempo a aquellas personas en las que confiar y que te ayudarán. Conocer la dificultades de la vida, las molestias, y encontrar solución a los […]