Cómo tener un problema, que te dure toda la vida
1º.- Elije un recuerdo que te haga sufrir y tenlo presente. Este puede ser el comienzo de un problema para toda tu vida.
2º.- Al principio basta con recordarlo cada cierto tiempo. Empieza recordándolo una o dos veces a la semana, luego aumenta la frecuencia hasta llegar a una vez al día. Si tienes interés por tener gran problema recuérdalo varias veces al día.
3º.- Ahora queda añadir unas gotas de abono para que nada lo destruya. Llevarlo a tu familia. Haz a tu pareja una confidencia del tipo: “la mía fue una infancia sin amor”. Tu pareja lo alimentará a base de cariño.
4º.- Para que sea un problema de los que te quita el sueño, quéjate: “Por mucho que lo intente las cosas no cambian” “Soy incapaz de quitarme este peso de encima”
4º.- Ha llegado el momento de contárselo a un amigo. Elije a uno que no pueda tener la boca cerrada. Explícale el problema como si fuera la primera vez que se lo cuentas a alguien, tómate tiempo y hazlo con todo lujo de detalle. De vez en cuando salpimenta con expresiones del tipo: “Ya me conoces, siempre me pasa a m픓Parece que disfrutan haciéndome daño”
5º.- Sigue con los compañeros de trabajo. Con estos no necesitas ser tan preciso, pon mala cara, como ensimismado, y espera. Ya has echado el anzuelo. Esto es lo que se llama pescar un problema, ¡Sí señor! Ya vendrán a preguntarte.
6º.- Ya tienes un grupo de gente, desde familiares, amigos o desconocidos, que nada más verte te recordarán que tu vida es insufrible, dura y está llena de “problemas”.
7º.- De ahora en adelante es pan comido: pon cara de “me duele el estómago” mientras vas en el metro y fíjate en el resto de pasajeros, todos pasan de ti y parecen llevar unas buenas vidas. Piensa por un instante “en este vagón nadie me ayuda por mucho que esté sufriendo”.
9º.- ¡Genial!. En muy poco tiempo has conseguido tener un gran problema, que ya empieza a causarte un sufrimiento especial. Eso sí, ni por un momento pienses que has sido tu quien lo ha creado.
10.- Y por último si quieres que dure para toda la vida. Es muy fácil, júzgate continuamente y pregúntate “¿Nunca va a parar este sufrimiento?”
Enhorabuena, ya tienes el problema que buscabas. ¡No lo olvides!