Después de 100 días hasta la selva parece un espacio cómodo y apacible en el que hay que estar.
Para sir David Frederick Attenborough no hay un lugar mejor para vivir que las Galápagos. En sus documentales la selva está poblada por pájaros de mil colores buscando el amor, gorilas amigables, serpientes ensimismadas, leones que dormitan y ñúes que se alimentan apaciblemente de la sabrosa hierba que crece en las praderas.
Después de ver tantos documentales cualquier selva nos parece confortable: incluso la selva del trabajo.
¿Y cómo no va a serlo? Tan solo tienes que cuidar tu estrés, caminar conscientemente, saber escuchar, almacenar pensamientos positivos, canalizar tus emociones y descubrir en el interior de cualquier fiera una persona que sufre y etc, etc
Entonces serás feliz.
Más que salir de un confinamiento parece que nos negamos a salir de un sueño infantil.
La realidad no es un documental. Ten cuidado ahí afuera.
¡Bienvenido a la selva del trabajo!